Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Monday, December 24, 2012

Jagten (Thomas Vinterberg – 2012) – 8/10



Premio a la mejor interpretación masculina en Cannes, esta película es la demostración de la maldad que pueden contener una aparente inocencia y la voluntad de hacer el bien. O como un hombre puede ser víctima más allá de todo juicio legal. El peso de las buenas consciencias y las buenas intenciones.
 
Ficha IMDB

La sociedad escandinava tiene fama de ser más moderna, liberal que las del sur. Pero Vinterberg nos muestra una sociedad muy masculinizada, con rituales y prácticas de grupos encerrados. Caza, cenas con borracheras, apuestas a quien se aventará al agua helada de un lago en noviembre. Hombría.
 
En esta sociedad, un hombre, Lucas (Mads Mikkelsen), de unos 40 años, aunque bien integrado y con fuertes lazos de amistad, no es exactamente igual a los demás. Divorciado, extraña mucho a su hijo adolescente Marcus (Lasse Fogelström) y desea volver a tenerlo junto a él. También su trabajo se pude ver como una debilidad. Al menos, eso pretende su ex esposa. Es asistente en una guardería, único hombre en un ambiente femenino.
 
Las escenas en la escuela muestran muy bien desde el principio todas las circunstancias que ponen a un adulto en situaciones peligrosas con niños chiquitos, empezando con el baño y los niños que piden que se les limpie. Y establecen claramente que el personaje es inocente.
 
Cualquier actitud de un maestro puede ser interpretada como excesiva: jugar implica contacto físico. Tomar de la mano, abrazar para consolar.
 
Una niña, Klara (Annika Wedderkopp) se siente sola, porque sus padres no le prestan mucha atención, porque se pelean, porque su hermano mayor es demasiado adolescente, y volcado en sus propios amigos, con, tal vez, algo de homosexualidad. El maestro es paciente, tiene tiempo, tiene un perro. Se vuelve objeto de amor. Y, como el vocabulario del amor que ha oído de su hermano es de lo más soez, ella lo usa para denunciar al maestro el día que este la rechazar porque ella, con la torpeza de una niña de cinco años, quiso, sin saber exactamente lo que hacía, pasar los límites en las demostraciones afectivas.
 
Vinterberg expone muy claramente los elementos que la niña utilizará para montar su acusación, en une forma muy espontanea, de proceso creativo, sin pensar a más, para simplemente expresar su malestar del momento.
 
Pero lo irremediable está hecho y la maquina se echa a andar. Lucas cae poco a poco en la red de la desconfianza, con una directora de escuela, Grethe (Susse Wold), deseosa de hace el bien, y convencida, como lo dictan los nuevos valores educativos, que "los niños siempre dicen la vedad". Lucas se ve acusado de pedofilia. Y todos se vuelcan en contra de él. Los padres de familia de toda la escuela, las maestras. Su novia Nadja (Alexandra Rapaport) lo deja. Su mejor amigo, Theo (Thomas Bo Larsen) padre de la niña acusadora, no le cree. A pesar de que la niña haya retirado su acusación. La población entra en una ola de histeria colectiva, no ve la realidad, se ciega totalmente. Porque el grupo siempre tiende a expulsar al individuo que podría amenazar su cohesión y su buena conciencia.
 
Solo su abogado, padrino de su hijo, conserva los pies en la tierra. Marcus, quien ha venido a vivir con su padre, se encuentra también objetivo de la agresividad del pueblo: le prohíben entrar al supermercado. Forma indirecta de exponerlos a la muerte por falta de alimentos.
 
Finalmente el proceso judicial no prospera porque los "testimonios" acusadores de los niños de la escuela no concuerdan con la realidad: Lucas no tiene sótano donde haya podido atraerlos.
 
Vinterberg utiliza mucho los primeros planos, observando con atención el drama de su personaje principal, servido por una interpretación profundamente dolorosa de Mikkelsen. Y la confianza total de la pequeña Klara se volverá encierro, miedo e incapacidad a detener lo que ha provocado sin querer. La niña es maravillosa de belleza nórdica, dorada, angelical. Figura misma de la inocencia. Pero también de la impotencia.
 
Finalmente la clave de la película sea tal vez en la última escena: caminando solo en el bosque durante la primera caza del año siguiente, Lucas recibe un disparo. Cuando se voltea a ver de dónde proviene, ve a contra luz la silueta de su hijo. Sucede muy rápido, a punto que el espectador se puede preguntar si vio bien. Como el personaje, fragilizado después de tanto odio, puede preguntárselo.
 
Pero así se justifica este largo epilogo de "un año después", cuando sin transición, todo está bien, cuando Lucas es aceptado de nuevo a participar en reuniones familiares y de amigos, con su hijo, con su novia que ha vuelto con él. Toda esta re-aceptación parece poco natural después de tal rechazo que tuvo que soportar. ¿Como la opinión de todo un grupo puede cambiar de tal forma? Es la gran celebración anual de la abertura de la temporada de caza. La primera para Marcus, quien recibe su primer rifle. Es "el momento en que los niños se vuelven hombres".
 
La escena final muestra que las heridas a la masculinidad no cicatrizan, que el hijo, ahora adulto, hombre, no puede aceptar en su vida la mancha de este padre con fama de pedófilo. O sea, no completamente hombre. Y que debe vengar un honor de masculinidad dura y fuerte.
 
O sea, los moldes de géneros y comportamientos, aparentemente abiertos y liberales en los países del norte, siguen igual de rigurosos e intransigentes. El mal no reside tanto en la fuerza del rumor (en este caso la película de Vintenberg sería solo otra película sobre la perversidad, y la perversión, de la moralidad), sino en la intolerancia hacia cualquiera que no vive exactamente según las reglas de su comunidad. Intolerancia que puede destruir hasta el amor entre personas tan cercanas como lo han sido padre e hijo durante los momentos más difíciles. Esta mal es más profundo y, finalmente, mucho más difícil de desarraigar.
 

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