Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, March 29, 2013

Le Jour se lève (Marcel Carné, 1938) - 8/10

 

Una de las viejas películas que han marcado una generación. Por todo el equipo legendario que participó. De los actores al director, pasando por el dialoguista, todos son nombres inolvidables del cine francés de los cuarentas. Y por el ambiente y el medio popular representados. La película es inolvidable.


Ficha IMDb
 
En el último piso de un edificio de una zona pobre de París, un edificio de cinco pisos que domina de su fealdad a todo el barrio, un hombre acaba de matar a otro. Se encierra en su departamento y se niega a salir a pesar de las súplicas de sus vecinos que lo conocen como un hombre bueno. Durante su noche de reclusión y resistencia, rememora algunos momentos de su vida que lo llevaron a su acto. Fumando cigarros uno después del otro, el personaje se va en tres ocasiones a sus recuerdos. Así, Le Jour se lève es la primera película parlante construida sobre flash-backs, proceso que Orson Wells haria popular después en Citizen Kane. Siendo el primero en usarlo, Carné será muy temeroso el día de la primera proyección pública, pensando que tal vez los espectadores no entenderían la historia.

La vida de François (Jean Gabin) es una tragedia: es un hombre predestinado a la infelicidad, como en muchas películas populares de la época. Es un niño "de la asistencia", un huérfano que creció en familias que lo recibieron sin que ninguna lo adoptara. Hace un trabajo peligroso para la salud. En una fábrica , limpia partes metálicas con arena y, aunque los trabajadores se protejan con un traje especial, mascarilla y lentes, la arena les entra a los pulmones y se los va comiendo.

Cuando Francoise (Jacqueline Laurent) aparece en su vida, lo hace casi por error porque no encuentra la casa de la esposa del dueño de la empresa para entregarle un ramo de flores, ramo que se marchitará con los pocos minutos de la conversación, por el ambiente nocivo. Así discretamente Carne introduce el tema de las diferencias sociales y de la destrucción que conlleva la modernidad. Es el mundo de Carné y Prévert (él de los poemas como Les feuilles mortes y de otras películas de Carné como Les Enfants du Paradis - 1945, Les Portes de la nuit - 1946), el mundo del cine que se proclama cine popular.
 
La historia de amor que empieza es una linda y sencilla "amourette". Estos dos están hechos el uno para el otro, la huérfana para el huérfano, Françoise para François. La dulce para el fuerte. Pero rápidamente se presenta el elemento discordante: la joven tiene postales de Cannes en su cuarto y no entra en el juego de su pretendiente: ella se siente atraída por el lejano mundo de los ricos.

Además esta noche que empezaba como propicia a ojos de Jean no evoluciona como él esperaba: resulta que el bonito cuello bordado no era para él, sino para una cita. El primer movimiento de Jean es renunciar a sus esperanzas, pero su destino trágico lo está esperando y decide seguir a la joven.

Así entrara en contacto con dos seres extraños: el domador Valentin (Jules Berry) y su asistente Clara (Arletty). Con Arletty llega la fantasía, la voz popular y los maravillosos diálogos de Prévert. Con Jules Berry el engaño y, porque no decirlo, la maldad.

El triangulo amoroso se construye. Arletty saliendo de un hombre y enamorada de Jean aunque lo traté con ligereza y no quiera hablar de amores serios; Berry jugando con la inocente Françoise , mintiendo a Jean al decir que es el verdadero padre ;.Jean enamorado y celoso hasta que el cinismo y las provocaciones de Valentin , que además lo fue a buscar hasta en su departamento, provocan el crimen.

De ahí las reacciones alrededor: habitantes del edificio, alrededor de una escalera que se vuelve parte de la historia, policías dispuestos en la plaza y en el techo, listos para intervenir y terminar con él que la autoridad considera culpable.

la hermosa fotografía estuvo a cargo de Curt Cournat, quien aprendió su oficio con los grandes del cine alemán, con Lang y Ophuls. Él hizo La Bête humaine de Renoir (1938) y The Man Who Knew Too Much de Hitchckock (1934). Modula planos muy cercanos a las caras, juegos de espejos, en el cuarto de soltero de Francois o en la escenografía muy abierta del café concert. Juega con las zonas de sombra y de luz, crea el ambiente visual perfecto para esta historia de tristezas, la de François, de nostalgia, la de Françoise, enfrentadas al mundo violentamente iluminado de Valentin, el hombre-espectáculo, el hombre falso.

La interpretación es conforme a los personajes usualmente interpretados por los actores .: Jean Gabin es el chico honesto, trabajador y torpemente tierno. Como el oso de peluche de Françoise, tiene "un ojo alegre y el otro un poquito triste". Arletty es la mujer libre de costumbres y de lenguaje pero buena chica y sentimental bajo apariencias indiferentes. Y el impresionante Jules Berry, elegante orgulloso con su abrigo negligentemente sobre los hombros, dominando a los demás de su altura y su altanería, Personaje ambiguo, siempre mintiendo, inventando de tal forma que no se puede tener una clara idea de lo que hecho, de donde viene, de lo que quiere. Crea alrededor de su persona una nube de malestar, de desconfianza. Da ganas de huir, de salvarse de su alcance. Es diabólico. Carné le dará el papel del diablo en Les Visiteurs du soir, un año después.

Se puede objetar a la cinta que nosotros, espectadores educados por muchos años de cine , podemos anticipar cada momento de la tragedia anunciada y cada viraje en la historia. Pero eso no le quita nada. La película es sencilla pero es una joya y le creemos. Volvemos a tener mente de los 40’s.

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