Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, December 26, 2017

Dunkirk (Christopher Nolan, 2017) - 9 /10

Una narración perfectamente estructurada, un equilibrio entre escenas y personajes que transforma un hecho real poco conocido en una aventura épica y moral. Con sonidos e imágenes impresionantes. Ya no es solamente una película histórica, es una verdadera obra de arte maravillosamente lograda.

Ficha IMDb

Tres historias se entrecruzan, protagonizadas por gente normal, que no buscan ser héroes, solamente sobrevivir y, tal vez, ayudar a otros a sobrevivir. En toda simplicidad.

Estamos entre el 26 de mayo y el 4 de junio 1940. Las tropas aliadas deben ser evacuadas de Dunkerque ya que los alemanes las rodean. Esta “Operación Dynamo” muy conocida de los ingleses, es casi ignorada de los franceses a pesar de haber pasado en sus costas. Esto se nota claramente en el guion ya que se alude poco a los demás ejércitos. En mayo 1940, Francia sigue en guerra ya que el armisticio será firmado en junio por Pétain, permitiendo la ocupación del gran parte del territorio por las tropas alemanas

Tres elementos sirven de marco a tres tramas, con tres protagonistas diferentes, de profesiones y edades diferentes. En el aire, un piloto de caza (Tom Hardy); sobre la tierra, un joven soldado inglés (Fionn Whitehead), de pronto separado de sus compañeros; en el mar, un marinero civil (Mark Rylance) acompañado de su hijo. Dos espacios abiertos, cielo y mar, se oponen a los espacios cerrados de los barcos. Cada uno vive su espacio-tiempo: para el soldado es una semana para tratar de salirse de esta playa, para el navegante, es un día para acercarse a la costa francesa y rescatar a tantos pueden caber en su bote, para el piloto, es una hora para retrasar a las tropas alemanas que se acercan.

Los diálogos son casi inexistentes. Solo se pronuncian las palabras necesarias a la eficiencia de las acciones. El ritmo es primordial. Todo es cuestión de tiempo. Hay que evacuar a 400 000 hombres lo más pronto posible antes de que los alemanes reacciones. Las tres tramas de tejen en un montaje vertiginoso. Nunca hay descanso. Hay que estar siempre actuando, tomando decisiones, moviéndose.

La violencia es permanente pero casi no se enseña. Se ven las consecuencias: cuerpos amontonados, devorados por las llamas del gasóleo en el agua, un piloto inmovilizado bajo su cockpit

Si no hay casi palabras, hay muchos sonidos, como si la mente y el cuerpo en estado de alerta estuvieran más sensibles a cualquier ruido que puede ser señal de peligro o de ayuda. Las miradas se dirigen al cielo porque de ahí puede venir salvación o muerte. Los alemanes, invisibles se reducen a ruidos, que impiden moverse. Se restituyen les sensaciones de os soldados. Los franceses que aparecen son solo los que los ingleses no dejan subir al barco, y, individualizado, un traidor que acompaña durante un tiempo al joven soldado inglés. No se distinguen casi idiomas. Casi no hay palabras articuladas.

Churchill despreciara esta operación diciendo que “no se ganan las guerras con evacuaciones”, en una ideología de la época, cuando no se ponía tanta atención en cada vida individual como ahora, cuando lo importante era la visión general. Si bien es cierto que la cinta relata una derrota para una nación, son pequeñas victorias a nivel de los individuos.

Estos hombres no tienen vida personal, casi no hay relaciones salvo las del momento, cuando es necesario actuar juntos. Porque no importa quienes son, o de donde vienen, solo si van a alcanzar su objetivo. No hay héroes, o todos son héroes.

La música de Hans Zimmer se une a unas tomas, sobre todo las aéreas, magnificas, amplias, vertiginosas, liricas. La fotografía es de una nitidez que alumbra, uno cree estar en el cockpit, casi sin ventanas que lo separen de la inmensidad. Sorprendentemente la música no es triunfalista, es casi discreta, monótona, Tal vez para no restarles fuerza a los ruidos.

Si se puede reprochar a Nolan su visión cerrada, limitada a un enfoque inglés, donde elimina a casi cualquiera que no sea de esta nacionalidad. Se puede objetar la deformación de la realidad histórica ya que los barcos civiles salvaron apenas el diez por ciento de soldados, uno debe admitir que se queda boca abierta frente a tal habilidad, a la proeza técnica y a la belleza de ciertos momentos, a la atención mantenida alerta.


Hubo otras películas sobre este momento de la Guerra de 1939-40: una cinta llamada también Dunkirk de Leslie Norman de 1958, con John Mills y Richard Attenborough, que fue un éxito en Inglaterra, y transmite un ambiente pesimista al dar la palabra a los que estaban en contra de tan arriesgada operación. Mas reciente es un telefilm de la BBC de 2004, con Benedict Cumberbatch en tres episodios, Pero ninguna logró llamar la atención.

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